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"Textos-Collages" de escritos como canciones, libros, poemas, películas y más; todo dentro de lo que encierra la feminidad.

martes, 24 de julio de 2012

Mi conclusión final fue: María es amante de Hunter.

Fragmentos del libro de Ernesto Sabato, EL TÚNEL.
A raíz de María, Hunter dijo lo qe dijo...
(...)



El mundo es muy complicado. [...] la felicidad está rodeada de dolor.



La frase “todo tiempo pasado fue mejor” no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido. A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.


Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un ex pianista se quejó de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva.


¿Qué me importaba esa mujer? 







Pero ¿hasta qué punto se puede decir que la mirada de un ser humano es algo físico?
No podía dejar de pensar que había existido un instante para mí y que nunca más volvería a existir. Desde mi punto de vista era como si hubiera muerto: un pequeño retraso del tren, un llamado desde el interior del rancho, y esa mujer no habría existido nunca en mi vida. 


[...] para encontrarnos al fin de esos pasadizos, delante de una escena pintada por mí como en clave destinada a ella sola, como un secreto anuncio de que ya estaba yo allí y que los pasadizos se habían por fin unido y que la hora del encuentro había llegado.
Y sin embargo te maté, yo que te veía como a través de un muro de vidrio, sin poder tocarte; tu rostro mudo y ansioso, yo tan estúpido, tan ciego, tan egoísta, tan cruel.


En general, la humanidad siempre me pareció detestable.



Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas. La experiencia me ha demostrado que lo que a mi me parece claro y evidente, casi nunca lo es para el resto de mis semejantes. La vida aparece como una larga pesadilla de la que, sin embargo, uno puede librarse con la muerte, que sería así una especie de despertar.

En esos casos siento que el mundo es despreciable, pero comprendo que yo también formo parte de él.


En esos instantes me invade una furia de aniquilación, me dejo acariciar por la tentación del suicidio, me emborracho, busco a las prostitutas. Y siento cierta satisfacción en probar mi propia bajeza y en verificar que no soy mejor que los sucios monstruos que me rodean.
A pesar de todo, el hombre tiene tanto apego a lo que existe, que prefiere finalmente soportar su imperfección y el dolor que causa su fealdad, antes que aniquilar la fantasmagoría con un acto de propia voluntad.


El Túnel


La muerte tampoco es mi tipo; y, no obstante, muchas veces me atrae.

[...] en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida.

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Simón dice